Al tema de vivir sin azúcar ya llevaba yo un tiempo dándole vueltas. Está de moda y seguro que tú también te has topado con algún artículo que versa sobre el consumo excesivo de azúcar hoy en día o sobre los beneficios de reducir su consumo. Pues yo, después de mucho darle vueltas, me he lanzado y os voy a contar por aquí mis razones para intentarlo. ¡Igual, después de leerme, tú también te animas! ¡Nunca se sabe!
No se trata de convertirme, de la noche a la mañana, en una activista anti azúcar. ¡Nada más lejos de la realidad! A mí los extremos nunca me han gustado. Pero sí tenía ganas de desechar algunos malos hábitos que me habían llevado a consumir azúcar en exceso a diario y siendo consciente de que es considerada una de las peores drogas de nuestros tiempos, tenía claro no podía seguir por ese camino. Por eso me he decidido a probar cómo se vive sin azúcar.
¿Cuánta azúcar consumía antes de comenzar con el reto?
Siempre me he considerado una persona bastante golosa, disfruto (bueno disfrutaba 😉 ) comiendo azúcar, pero el problema es que no tenía límite. Nunca me he podido comer sólo una galleta o una gominola o un trozo de tarta. ¡Me acababa poniendo las botas! Y otra cosa que consumía a diario eran los refrescos azucarados. Otro mal hábito nada bueno que también quería eliminar hace tiempo.
Además, con la vorágine del día a día, muchos días, cuando me entraba hambre entre horas, acababa tirando de galletas, chuches o chocolatinas. Una costumbre que se estaba convirtiendo en demasiado habitual y de la que no estaba muy orgullosa, la verdad . Intentaba hacerlo cuando no estaban las niñas, para no dar mal ejemplo, pero algunas veces me pillaban y no tenía más remedio que darles alguna. No quiero ser un mal ejemplo para ellas en este aspecto. Si ellas me ven comerlo a mí, no tiene ningún sentido que yo se lo prohiba a ellas.
¿Qué he eliminado de mis habitos alimenticios?
De un golpe y porrazo he decidio eliminar todo el azúcar de mi dieta. ¡Tal cuál! Nada de mantequilla y mermelada, galletas, magdalenas o bizcocho en el desayuno. También han desaparecido los bollos o las galletas con el café de media mañana. Y tampoco hay ya chuches, galletas o chocolatinas entre horas. Y nada de azúcar en el café, ni en los yogures, ni tampoco en los zumos o batidos que solemos hacer en casa. Parece poco pero consumir todo esto a diario cargaba mi dieta de un exceso de azúcar absolutamente innecesario.
Respecto al tema de los productos procesados, muchas me habéis preguntado, tengo que confesaros que en casa no entran demasiados. Eso sí lo hacemos bien. Prácticamente casi nada, la verdad. Lo que sí, hemos eliminado es alguna salsa de tomate que aunque están muy buenas (¡todo hay que decirlo!), contienen gran cantidad de azúcar y. o usamos otras con menos azúcar, o hacemos la salsa nosotros mismos. También hemos dejado a un lado el consumo de pan de molde e intentamos comprar pan casi todos los días. Mucho más rico y más sano, en su justa medida.
¿Cuánto tiempo va a durar este reto sin azúcar?
No sé si será positivo o negativo, la verdad, pero este reto lo he comenzado sin plantearme un plazo. Quería hacerme una cura y eliminar de golpe el consumo de azúcar en mi dieta y experimentar por mí misma las consecuencias de hacerlo. Y quiero ver hasta donde soy capaz de llegar.
Llevo sólo tres días y tengo que confesaros que ha sido mucho más fácil de lo que me había imaginado. Aunque hacer la compra y pasar por el pasillo de dulces para comprar pan, sin llevarme ningún dulce a casa, fue bastante complicado. Lo peor para mí son las tardes y restringir de golpe los refrescos azucarados cuando me da el bajón a última hora del día. ¡Esa inyección de azúcar me daba la vida! Pero me he dado cuenta de que era muy adictiva. Ahora intento picar fruta o algún fruto seco, siempre con medida.
¿Qué he notado hasta el momento?
Por el momento, el único cambio ha sido para mi bolsillo. He dejado de comprar a diario esos excesos de azúcar y eso se nota.
Uno de los efectos secundarios que más temía de vivir sin azúcar eran los dolores de cabeza, pero por el momento no han aparecido. Recomiendan beber mucha agua y practicar ejercicio. Ambas cosas las estoy haciendo, igual me ha ayudado eso. Quizás sí he notado un reducción de la energía diaria, algo normal al quitarme de golpe los chutes de energía. Aunque también puede coincidir con estos cambios locos de tiempo propios de la primavera que estamos padeciendo estos días.
He leído que puedo bajar algo de peso y que poco a poco se regulará tu apetito. Esos arranques que antes me daban y que saciaba con azúcar puede que ahora disminuyan. Ojalá sea cierto.
¿Cuáles van a ser los siguientes pasos?
Después de ponerme a prueba con esta cura o desintoxicación mi idea es poder darme un capricho de vez en cuando, pero para nada quiero volver después de todo el esfuerzo a consumir azúcar a diario. Veremos cómo acabamos.
Prometo iros contando mis avances en esta nueva aventura sin azúcar, sobre todo lo haré por Instagram. Y, cuando lleve un tiempo y el reto ya no sea reto sino más bien un nuevo hábito, también prometo contaros por aquí los cambios que haya experimentado, como los he afrontado y cuáles serán los siguientes pasos. Y si alguna os animáis a poner en práctica este reto, me hará mucha ilusión saberlo. ¡Contadme! Los retos en equipo siempre son mucho más llevaderos, ¿verdad?
Fotos: Pixabay
Pues me parece muy acertado tu reto. Yo dejé los refrescos hace más de dos años y el azúcar blanca igual. Intento que en casa no entren chucherias ni bollos industriales para los niños pero cuando ven a los abuelos, eso es horror!!! Porque al no estar acostumbrados a ese chute de azúcar se ponen fatal! A ver cómo lo llevas, aunque creo que irá genial!
¡Muchas gracias Ely! En ello estoy y muy sorprendida la verdad. Pensé que me costaría mucho, incluso que no sería capaza y mira… ¡ya llevo 15 días!
[…] sé porque motivo tenía muchos botes de galletas en casa y ahora que estoy en plena lucha contra el azúcar ya no les daba tanto uso la verdad. Harta de buscar un jarrón que me gustase, se me ocurrió […]
[…] para las niñas. Aprender a hacer unos roscos deliciosos (fue imposible no saltarme aquí mi reto sin azúcar), subir a los arboles para coger ciruelas, descubrir madrigueras de conejos, ver como comen las […]
[…] era un verdadero desastre y tenía claro que esto también debía cambiar. Si en 2017 fui capaz de eliminar casi al completo el azúcar de mi dieta, tenía que lograr organizarme también con esto y no acabar siempre […]