Hay días en los que me levanto y siento que el tiempo se me escapa, sin darme cuenta, en silencio y, quizás, demasiado deprisa. Hay días en los que de pronto, por un instante, miro de otra forma a mis niñas, las miro y me pregunto si de verdad es posible que el tiempo pase tan deprisa. Hay días en los que la nostalgia me invade, sin avisarme, y me hace añorar intensamente muchos momentos. Hay días en los que estoy tontorrona, sin más, simplemente.
Será la entrada del otoño, que viene cargado de nostalgia. Será el comienzo de un nuevo curso escolar, ya las dos en el cole de mayores. Será que me hago mayor y cada vez soy más consciente de que el tiempo pasa, pasa, pasa y pasa; y no se para ni para tomar aire.
Siento la necesidad de vivir intensamente cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo… Quiero disfrutar de cada momento vivido y recordarlo siempre, nunca olvidarlo. Pero soy consciente de que debo hacerlo con tranquilidad, con calma. No quiero, el día de mañana, volver la vista atrás y pensar porqué no hice algo, quedarme con las ganas de algo. Quiero volver la vista atrás y sentir que he hecho todo lo que quería hacer y que además lo he disfrutado a tope.
Hoy simplemente siento que se me escapa el tiempo. Y tú, ¿lo has sentido alguna vez?
Claro que sí, lo siento a menudo y más en octubre que es cuando cumplo años. Soy un persona nostálgica y tiendo a sentir pena del tiempo que ya no vuelve aunque no quiero que eso me impida disfrutar del ahora ni me haga perderme nada de lo que quiero hacer. Aunque a veces tan sólo necesito parar un poco y no hacer nada 🙂
Siii, a todas horas, pero sobre todo, por las noches, cuando antes de irme a la cama paso por la habitación de las niña a darles un beso y las veo despatarradas en la cama… "cuándo han crecido tanto?" Es una sensación agridulce, amarga porque se nos escapa el tiempo, pero también muy satisfactoria de comprobar hasta dónde hemos llegado… Muchos besos
Creo que es inevitable sentirse así de vez en cuando. Es la consciencia de la fugacidad de la vida. Y nuestros hijos nos hacen darnos cuenta de lo pronto que pasa el tiempo 😉
Qué bonito lo has descrito!
Un abrazo
Ufff, es una sensación que siento a todas horas. Incluso a veces me martirizo pensando si realmente estoy aprovechándolo con ellos, sino podría hacer más, pero bueno, luego pienso que sí, que intento hacer todo lo posible y me quedo algo más tranquila… A los dos días lo vuelvo a pensar… Besitos!!
Me pasa exactamente igual, prefiero no pensar en ello, si lo pienso me invade la pena. Intentó disfrutar cada momento, lo malo es que según pasan los años el tiempo pasa más deprisa!
Ese momento del día es uno de mis preferidos, me encanta observarlas mientras duermen. Como bien dices produce sentimientos encontrados. Besos!
Y a veces me quedo con las ganas de más, siento que pasa demasiado deprisa. Gracias y un beso!
Me temo que es una sensación con subidas y bajadas pero que nos acompañará siempre. A disfrutar entonces como sí no hubiera un mañana! Besos!