Últimamente ronda bastante pelusa por casa… Cuando la peque nació su hermana solo tenía 19 meses. Entonces a pesar de nuestro miedo con los celos, la cosa resultó bastante bien y el paso de uno a dos fue mucho mejor de los que pensábamos. La peque era muy buena y eso ayudó mucho para que su hermana mayor no tuviera celos por su llegada.
Ahora la cosa cambia. Siempre hemos intentado tener mucho cuidado, no para evitar que aparezcan pero cuando se han manifestado los hemos afrontado con naturalidad, comprensión e intentando que se fueran lo más rápido posible.
Llevabamos una temporada en la que están más presentes de lo que nos gustaría. La peque ya tiene casi cuatro años. Ha disfrutado de su primer festival de ballet, ha sido su primer año de cole de mayores, ha empezado a nadar solo aunque con cien mil ojos puestos encima… Son las primeras veces de muchas cosas que como es lógico en casa han adquirido cierto protagonismo, al igual que lo tuvieron las primeras veces de su hermana, pero entonces solo estaba ella. Y la mayor reclama también el suyo.
Nosotros tenemos la suerte de pasar mucho tiempo con ellas todo los días, lo que nos permite repartirnos y dedicarles tiempo a las dos por igual para que ninguna de ellas se deje invadir por la pelusa. Porque aunque en esta ocasión la pelusa la tiene la mayor de la pequeña, otras veces la ha tenido la pequeña de la mayor.
Siempre hemos intentado cumplir estas premisas. Un poco de sentido común que nos ayuda para que las épocas de celos sean mucho más llevaderas y consigamos superarlas con éxito. Y que una vez más estamos teniendo muy en cuenta estos días en casa.
Intentamos actuar con normalidad. Eso fue algo que nos recomendaron cuando estaba embarazada de la peque. Los celos vendrán, más tarde o más temprano, lo importante es afrontarlos con normalidad. Ayudarles a que los exterioricen sin miedo para conseguir desahogarse y así superarlos lo antes posible.
Hacemos todo lo posible por dedicar tiempo a las dos y también nos gusta que cada una tenga su momento en exclusiva con nosotros. Eso les hace sentirse protagonistas. También intentamos darles misiones distintas a cada una, adaptadas a su edad. Eso les hace sentirse mayores e importantes y alabar su éxitos y sus avances tambien ayuda. Las dos son igual de importantes para nosotros y debemos demostrárselo siempre.
Y, por supuesto, comparaciones fuera, nunca nos han gustado. Frases del tipo, si tu hermana lo hace como no lo vas a hacer tú no solemos usarlas en casa. No nos gustan y creemos que ayudan nada. Cada una es dintinta, con sus virtudes y su defectos. A igual que nosotros y ¿hay algo de malo en ello?
Y vosotros, ¿cómo afrontáis los celos en casa?