Hoy hace seis años que llegaste a mi vida, princesa. Serena, tranquila, risueña… Tres semanas antes de lo previsto, se ve que siempre te han gustado las sorpresas. Recuerdo como si fuera ayer aquella tarde. Mis miedos cuando sentí que se acercaba el momento de tenerte por primera vez en mis brazos (¡al fin!) Mis ganas de conocerte, de achucharte, de besarte y de no dejar nunca de mirarte. Mi ilusión infinita por convertirme finalmente en madre después de un largo y complicado camino. Parece que fue ayer y ya han pasado seis años.
Seis años cargados de momentos, seis años de felicidad absoluta, seis años en los que me has enseñado millones de cosas y en lo que hemos tenido la suerte de poder disfrutar mucho juntas. Seis años también cargados de responsabilidad, miedos, temores y nervios; pero seis años que no cambiaría por nada en el mundo. Seis años que son sólo el comienzo.
Revolucionaste mi vida por completo. Me transformaste y es que, por mucho que te cuenten, no sabes lo que significa ser madre hasta que lo eres. Maduré contigo y me convertiste en mejor persona. Me enseñaste el valor real de las cosas, lo que de verdad importa y me enseñaste que el amor no tiene puertas, es infinito.
No todo ha sido color de rosa aunque ya sabes que a mí me gusta quedarme con lo bueno. Superadas las malas rachas recientes, seguimos caminando juntas, siempre de la mano. Seguiremos aprendiendo juntas de los errores y juntas superaremos siempre los obstáculos.
Compartimos mucho cada día. Compartimos risas, lágrimas, emociones, nervios, inquietudes, logros, enfados, celos… pero de un tiempo a esta parte también compartimos algún que otro secreto, momentos mágicos entre tú y yo que para las dos significan mucho.
Y… ¿sabes qué es lo mejor de todo? Que seis años son solo el comienzo de todo lo que nos queda por vivir juntas. Te quiero infinito princesa, hasta la luna y hasta las estrellas. ¡Nunca lo olvides! Mami siempre estará contigo. ¡Feliz día princesa!
¡Una foto preciosa! ¡Felicidades pequeña!
Muchas felicidades a las dos!!