Cómo convertir un cuadro en pizarra

Siempre soñé con tener todo una pared de pizarra en casa. De esas que se ven en Pinterest y en la revistas que enamoran pero reconozco que me tiraba para atrás el tema del polvillo de la tiza. No estaba segura si ensuciaría mucho o no y, cuando el pasado verano nos cambiamos de casa, decidí renunciar a la pizarra y a cambio poner un vinilo chulo en la habitación, justo en la pared donde me hubiese encantado colocarla.

El tema es que yo seguía dando vueltas a la pizarra y hace un par de meses colocando aún alguna caja que aún tenía de la mundanza me encontré un cuadro para poner fotos, que me regalarón cuando nació mi hija mayor. El cuadro era horizontal y en la nueva habitación de las niñas ya no tenía hueco para colocarlo por lo que decidí darle un nuevo uso al cuadro y quitarme así el gusanillo de la pizarra. Estaba segura de que a la niñas la idea de tener una pizarra en su habitación les encantaría.

Compré papel adhesivo de pizarra, lo podéis econtrar en cualquier tienda de manualidades, y lo pegué sobre el cristal del cuadro. Más sencillo imposible. En sólo unos minutos tenía lista la pizarra para la peques. Para completar el rinconcito artístico de su habitación solo me falta buscar un recipiente chulo para colgar en la pared y que puedan guardar las tizas. En cuanto lo encuentre os lo enseño.

Otra opción que también he visto mucho últimamente es pintar con pintura de pizarra la puerta de algún armario o incluso la puerta de la habitación por la parte de atrás, si no disponemos de mucho espacio. Veremos a ver porque como le cojan el gustillo a la pizarra y se les quede corta, soy capaz de hacer cualquier cosas. Por el momento ellas están encantadas con el resultado, no he visto demasiado polvo de tiza en la habitación y se lo pasan pipa sentando a sus alumnos y jugando a profes con ellos. Veremos a ver que pasa.

Y vosotros, ¿tenéis pizarra en la habitación de los peques? ¿la usan?